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Transmisión

Los virus son excretados en las evacuaciones durante la enfermedad aguda en gran cantidad. Los rotavirus pueden excretarse desde 1 o 2 días antes de instalarse la enfermedad y por varios días después de la resolución de los síntomas.
La fiebre ocurre aproximadamente en la mitad de los niños con infección por rotavirus y en casi una cuarta parte de los niños con gastroenteritis viral. Los vómitos y la fiebre cesan con frecuencia en 1 a 3 días, mientras que la diarrea puede persistir más tiempo, especialmente en las infecciones por rotavirus.1

La imagen corresponde a un modelo, no representa a un paciente real.

Se ha observado que la distribución mundial del virus en los niños, independiente del nivel socioeconómico, sugiere que la infección por rotavirus mediante alimentos y agua contaminados con heces no es la vía primaria de transmisión. El contacto persona a persona o la exposición a gotas aerosolizadas en el aire son las principales vías de transmisión del rotavirus.2

La imagen corresponde a un modelo, no representa a un paciente real.

La infección por rotavirus suele ser más severa en lactantes entre 3 y 24 meses en comparación con niños mayores y adultos.2 La tasa más alta de infección severa por rotavirus ocurre en los primeros 2 años de vida; las infecciones en menores de 3 meses son menos comunes y habitualmente asintomáticas, probablemente por la protección adquirida por anticuerpos maternos. El rotavirus puede infectar a los niños más de una vez, con cada infección subsecuente menos severa como resultado de la inmunidad que se desarrolla después de cada infección, dando como resultado que la enfermedad severa por rotavirus en niños mayores y adultos es menos común. La inmunidad hacia el rotavirus es adquirida, y habitualmente se requieren múltiples infecciones hasta que el niño queda protegido completamente contra la enfermedad. Después de una infección primaria, la inmunidad es mayor hacia el mismo serotipo, sin embargo, esta inmunidad alcanza a otros serotipos con infecciones subsecuentes.1 Los brotes en centros de cuidado infantil y a nivel hospitalario pueden diseminarse rápidamente entre lactantes y niños pequeños no inmunizados, especialmente por el contacto persona-persona, gotas de saliva y contacto con juguetes contaminados.2

La excreción del virus en pacientes pediátricos inmunocomprometidos puede persistir por meses.2

Referencias:

1.- Leshem E. Viral Gastroenteritis. En: Principles and Practice of Pediatric Infectious. 5a. edición: Elsevier; 2018. p. 383–387.
2.- Plotkin SA, Orenstein W, Offit PA, Edwards KM. Plotkin’s Vaccines. 7a ed. Elsevier; 2018. P. 1-37.